La enseñanza en inglés desde edades tempranas fomenta el bilingüismo y hace que el menor pueda aprender este y otros idiomas con mayor facilidad, se potencia el desarrollo cognitivo del niño, el combinar la lengua materna con una extranjera ayuda a programar los circuitos neuronales de los niños y niñas
1. Facilita el aprendizaje
Desde el momento de su nacimiento hasta aproximadamente los 3 años, el cerebro de los niños presenta su mayor plasticidad al aprendizaje. Lo que significa que el conocimiento y los estímulos que los pequeños tienen la oportunidad de aprender durante ese periodo, quedarán grabados en su memoria para luego continuar perfeccionándose.
La razón principal es que, durante ese periodo de la infancia, los niños generan más conexiones neuronales y su cerebro absorbe toda la información a su alrededor. Haciendo de la enseñanza de un idioma extranjero una tarea que es recomendable a temprana edad
2. Fomenta la confianza al expresarse
No se avergüenzan de que otros vayan a juzgar su pronunciación o sus equivocaciones. Haciendo que las clases se vuelvan divertidas
3. Promueve una buena salud mental
El aprendizaje de una lengua extranjera tiene repercusiones directas en la salud mental y el desarrollo cognitivo de los niños, influyendo de las siguientes maneras:
*Aumenta la memoria y la comprensión de nuevo vocabulario y estructuras lingüísticas.
*Refuerza la confianza y la seguridad a la hora de hablar con otras personas.
*Fomenta la concentración y el amor por los idiomas desde temprana edad.
*Enriquece su lenguaje a la hora de expresarse y de construir oraciones.
*El desarrollo cognitivo y la rapidez mental van aumentando cada vez más.
Todos los padres quieren lo mejor para sus hijos y esto incluye brindar una educación en valores y académica que los impulse a dar lo mejor de sí mismos. Cuando los niños se enfrentan al bilingüismo desde sus primeros años de vida, mejoran sus habilidades mentales y capacidades intelectuales. Lo que los hace ser má s críticos y entender conceptos con mayor facilidad